miércoles, 30 de junio de 2010

Cogeneración

Para hacer cogeneracion utilizando biomasa como combustible se puede aplicar, en general, todos los ciclos que se usan con otros combustible.

En ciclos Rankine (caldera de vapor y turbina acoplada a un alternador) existen ciertas limitaciones en cuanto a la temperatura y presión a la que se quiera generar el vapor, debido a que la mayoría de las biomasas sólidas contienen una determinada fracción de cenizas que se pueden fundir dentro de la cámara de combustión y depositarse, formando costras, sobre los tubos de vapor (sinterización). Este efecto, además de entorpecer el intercambio de calor entre la zona de fuego y la de vapor, acaba por producir daños irreparables en los tubos.

De forma no estricta, se puede decir que se pueden plantear sistemas de cogeneración con biomasa sólida a partir de 1 ó 2 MW. No obstante, este límite se puede reducir si se integra un sistema de gasificación, pues entonces se pueden emplear tecnologías disponibles para gases y no hacerse necesaria una caldera de vapor que alimente a la turbina.

Si se trata de biomasa líquida (aceites de pirólisis, biodiésel, etc.) o gaseosa (biogás o gas de síntesis), además de calderas, se pueden emplear tanto motores de combustión interna alternativos (MCIA) como turbinas de gas. En estos casos, la potencia eléctrica puede variar en un rango muy amplio, desde pocos kW hasta muchos MW.
La producción combinada de calor/frío y electricidad en pequeñas potencias está cobrando auge en paralelo con el desarrollo tecnológico que permite emplear combustibles sólidos, líquidos o gaseosos de origen biomásico, con una fiabilidad y rendimiento notorios.

Microturbinas de gas, MCIAs especialmente diseñados para biogás, o motores Stirling integrados en calderas de biomasa, permiten generar electricidad además de calor, en unos rangos de potencia lo suficientemente pequeños para que se pueden integrar en edificios u otros sistemas consumidores, de forma técnica
y económicamente viable.

Al igual que existe tecnología en el mercado para realizar pequeñas y muy pequeñas cogeneraciones, también existe equipamiento para emplear calor residual de la cogeneración para poder producir frío, cuyo destino suele ser la climatización de locales.

La ventaja fundamental que aporta la trigeneración en el sector terciario respecto a la cogeneración es que, al haber demanda para el calor durante casi todo el año, el número de horas de funcionamiento del sistema es mayor. Por tanto, la rentabilidad mejora por trabajar más horas como cogeneración a efectos de prima y en general más horas a lo largo del año, con lo que los costes fijos se reducen.
Fuente idae