La iniciativa nació en 2007 con la firma de un convenio entre DISA (Distribuidora Industrial S.A., la primera compañía de distribución de productos petrolíferos de Canarias) y la Universidad de La Laguna, y cuenta con la colaboración de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el apoyo del Cabildo de Fuerteventura y el Gobierno de Canarias. Según estos promotores, al desarrollo de cultivos energéticos a partir del aceite de jatrofa se une otra finalidad: “la recuperación ambiental de suelos degradados, ayudando a atajar el problema de la desertificación”.
Tejedor recuerda en la entrevista que “ahora comienza la segunda fase, que consiste en continuar con el cultivo, porque hasta los cuatro años no se obtiene el rendimiento estable de la cosecha. Después se llevará a cabo la extracción de aceite de la semilla y la producción de biodiésel y todo ello irá acompañado de un estudio socioeconómico. Este analizará las posibilidades que hay en la creación de empleo; así como otra serie de parámetros”.
De: www.energias-renovables.com