Científicos de la UNL crearon un proceso que elimina la contaminación del agua utilizando energía solar. Investigación e innovación, contaminación ambiental
Científicos argentinos fabricaron un reactor piloto que “destruye compuestos orgánicos tóxicos” disueltos en el agua utilizando un recurso económico y no contaminante como la luz del sol. Este innovador desarrollo, creado por investigadores de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet, que mereció el premio Innovar a la vinculación tecnológica 2010 otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.
Se trata de un equipo que usa las radiaciones ultravioletas e infrarrojas del sol y que fue probado en un principio para destruir un agroquímico muy utilizado. Sus autores, investigadores de la UNL y el Conicet, ganaron el premio Innovar a la vinculación tecnológica.
El desarrollo consiste en un reactor a escala piloto que puede procesar en poco tiempo cerca de 50 litros de agua contaminada
con componentes orgánicos. Lo novedoso es que para ello utilizaron en
un mismo equipo la radiación infrarroja (IR) y la radiación ultravioleta
(UV), del espectro de la luz solar.
“Esas dos acciones del Sol, el calentamiento del agua (por la
radiación IR) y una reacción química (por la radiación UV), son las que
producen la destrucción de los contaminantes. En este caso, probamos con
el principio activo de un agroquímico muy utilizado en la zona como es
el 2,4-D”, indicó Orlando Alfano, director del grupo del Intec (www.intec.unl.edu.ar) que desarrolló el sistema.
El sistema además resulta más interesante debido a que utiliza esta
fuente de energía “limpia y renovable” y que está disponible en lugares a
donde no es posible acceder a otras fuentes de energía.
Según destacó, los ensayos lograron eliminar ese herbicida en aproximadamente una hora, mientras que la carga orgánica total
(que incluye los compuestos intermediarios que produce el proceso) fue
destruida en cerca de 200 minutos. Todo con el agregado de reactivos que permiten absorber la radiación del sol y oxidar o destruir el contaminante, al punto de que el agua obtenida puede ser liberada al medio ambiente, ya que el nivel de toxicidad que queda es muy bajo.
Principios del método destructivo
La reacción química que utiliza el sistema se llama foto-Fenton, porque usa, por un lado, la radiación solar y, por otro, la reacción de Fenton; el proceso foto-Fenton es uno de los denominados procesos avanzados de oxidación.
“Es un sistema de los llamados “destructivos’, porque otros
métodos también pueden eliminar contaminantes del agua, como es el caso
de la adsorción con carbón activado, pero que sin embargo sólo trasladan
el contaminante de una fase a otra. También sucede así con sistemas que
usan aire para arrastrar compuestos volátiles del agua, trasladando así
el contaminante a la atmósfera”, apuntó.
“El proceso Fenton surgió a principios del siglo XX y sirve para
destruir casi todo tipo de compuestos orgánicos y el foto-Fenton,
descubierto décadas después, lo hace más rápido que el anterior debido a
que utiliza radiación, tanto solar como la emitida por lámparas de
radiación UV“, agregó.
Entonces, ¿cómo es que no queda nada del principio activo del 2,4-D? Sucede que su molécula original se compone de carbono, oxígeno, hidrógeno y cloro. “Con
el sistema el primero se transforma en dióxido de carbono; el segundo y
el tercero quedan como agua; y el cloro como cloruros. Simplemente, con
el tiempo suficiente de tratamiento, la molécula es destruida, no queda
en ninguna fase, ni en el líquido, ni en el sólido, ni en el aire”, aseguró Alfano.
Para saber cuánto tiempo se debería llevar adelante la reacción y la
cantidad de reactivo necesaria para descontaminar el agua, según el
compuesto, “nosotros usamos un equipo que mide el carbono orgánico total para luego lograr disminuirlo al nivel deseado”, afirmó.
En un futuro próximo el grupo se abocará a mejorar el diseño del
equipo y las condiciones del proceso, a automatizar la toma de datos y a
optimizar las condiciones de operación, además de trabajar con el
herbicida comercial que contiene otros aditivos que podrían ser
degradables o no, comentó Alfano.
Por último, destacó que del desarrollo que mereció el premio Innovar
participaron como coautores Enrique Albizzati y Jorgelina Farías y
colaboraron Alejandra Barlatey y Antonio Negro.
Científicos de la UNL crearon un proceso que elimina la contaminación del agua utilizando energía solar. Investigación e innovación, contaminación ambiental.
VISTO:www.biodisol.com