El aprovechamiento
energético de los residuos generados en la producción de diversas
bebidas alcohólicas, desde cerveza y sidra a vino y whisky, está
presente en los trabajos de varios centros de investigación. La
Universidad de Cádiz se ha unido a este grupo, al desarrollar un proceso
para el aprovechamiento de los residuos de la industria cervecera para
producir “biocombustibles, alimentos funcionales y cosméticos”.
Los
últimos en incorporar sus innovaciones al campo de la producción de
biocarburantes con residuos agroalimentarios son los investigadores del
grupo de Alelopatía en Plantas Superiores y Microorganismos de la
Universidad de Cádiz (UCA). “Hemos conseguido sacar provecho a algo que
no tenía ningún valor comercial y que hasta la fecha se estaba
utilizando principalmente para ser usado como pienso para el ganado
vacuno y ovino". El profesor e investigador José Manuel Igartuburu,
quien junto al ingeniero químico, Carlos López Fernández, ha trabajado
en dicho grupo en el desarrollo de la patente, explica así el destino
energético del bagazo o la cebadilla de cerveza, subproductos derivados
de la fabricación de esta última.
Igartuburu añade que el destino
para piensos es “una salida muy poco rentable para las industrias
cerveceras, ya que el precio de venta del bagazo es en muchas ocasiones
simbólico a condición de que se lo retiren en el menor tiempo posible o
cubra el coste del transporte; no solo no supone una fuente de ingreso,
sino que además la razón de su venta es evitar tener que realizar una
gestión de residuos, algo que tiene un coste elevado". Así, su equipo ha
desarrollado un proceso para el aprovechamiento de estos residuos,
“centrado en la producción de biocombustibles, alimentos funcionales y
cosméticos”. El proyecto se enmarca en el programa científico andaluz
del ceiA3 (Campus de Excelencia Internacional Agro Alimentación
Andalucía), en el que participa la UCA junto a las universidades de
Jaén (coordinadora), Almería, Córdoba y Huelva.
El siguiente paso: una planta piloto al lado de una industria cervecera
Con
el proceso diseñado en la institución gaditana se pueden obtener dos
productos. El primero es una sustancia compuesta por la mayor cantidad
posible de las grasas contenidas en el bagazo, que es un aceite; y el
segundo, es una sustancia rica en azúcares, "cuyo contenido en agua
dependerá de las diferentes finalidades que se le quieran dar, como la
producción de biocombustibles o como suplemento de azúcar para la
producción de la propia cerveza que ha generado este residuo, por lo que
aquí cerraríamos el ciclo", apostilla el profesor Igartuburu. Por otro
lado, añade que para que "el proceso que hemos diseñado sea efectivo se
estima que el contenido mínimo en lípidos y carbohidratos que lo hace
rentable se sitúe en un 5 y un 20% respectivamente; algo que nos da el
bagazo o la cebadilla de cerveza".
El equipo de la UCA ha pensado
también en el paso de la investigación a la comercialización, por lo
que tienen previsto trasladar el estudio a una planta piloto que se
ubicaría cerca de alguna industria cervecera. De esta forma, afirman
desde la universidad, "nosotros nos aseguraríamos la materia prima y la
fábrica se desharía de sus residuos de una forma rápida y eficaz". Se
añade así un proceso más para aprovechar los residuos de las industrias
de bebidas alcohólicas. En Escocia hay proyectos avanzados para producir
biogás y biocarburantes con subproductos derivados del whisky, y en
España, el proyecto singular y estratégico Probiogás, coordinado por
Ainia Centro Tecnológico, ha cuantificado en 214 kilotoneladas
equivalentes de petróleo (ktep) al año el potencial disponible de
materias primas de industrias alimentarias de origen vegetal para
producir biogás. Entre ellas están las procedentes de la elaboración de
cerveza, vino y sidra.
Visto:http://www.energias-renovables.com
Más información:
www.uca.es