OTEC es una tecnología bien conocida en EEUU. Sobre todo por la dificultad que tienen las islas para librarse de la dependencia de los combustibles fósiles.
Ahora, dos empresas norteamericanas han firmado un acuerdo para construir las dos primeras plantas del mundo de conversión de energía térmica de los océanos (OTEC) en dos islas de las Bahamas. El objetivo es que esta tecnología se extienda y se convierta en una alternativa energética sostenible -y cada día más, económicamente viable- para más de 100 regiones tropicales en todo el mundo.
El suministro eléctrico en las islas supone un verdadero problema. De acuerdo que se puede disponer de suficiente energía eólica y solar, pero ese suministro no siempre es constante. En el continente se puede utilizar la propia red de transporte eléctrico como un almacén que amortigua las fluctuaciones de la potencia. Pero en las islas, se ven obligados a invertir en costosas baterías para almacenar la electricidad o a seguir recibiendo suministros de combustible fósil. Las islas tropicales tienen, sin saberlo, otro enorme potencial. Éste es la diferencia entre la temperatura de la superficie del agua y la de las capas más profundas, a veces hasta 20º C más fría.
Una central térmica usa una fuente de calor para hacer hervir el agua. La fuente de calor puede provenir del carbón, de un reactor nuclear o de una torre de concentración solar (CHP). El vapor de agua mueve un generador que produce la electricidad. Esto es lo que se llama ciclo de rankine.
OTEC usa el gradiente de temperatura del océano para producir electricidad. Se basa en el ciclo de rankine orgánico, una variación del anterior donde se sustituye el agua por un fluido con un punto de ebullición muy bajo, por ejemplo, el amoníaco. Para enfriar el líquido y reiniciar el ciclo, se usa el agua más fría del océano. ¿En qué consiste la fuente de calor? El sol calienta la superficie del océano y este calor es aprovechado por OTEC.
Evidentemente, la eficiencia de un sistema OTEC queda muy por debajo si se compara con otras tecnologías que utilizan vapor de agua, por lo que, hasta ahora, no resultaba económicamente viable. Pero ahora, las plantas OTEC presentan nuevas e interesantes ventajas:
Suministro de agua potable. Teóricamente, una planta OTEC puede generar hasta 2MW de electricidad limpia, además de producir 4.300 m3 de agua desalinizada del océano cada día.
Refrigeración de la que se podrán aprovechar las áreas cercanas a la planta. El agua fría puede utilizarse para refrigerar edificios o el suelo, lo que permitiría el cultivo de variedades propias de climas más frescos.
Vía :: CleanTechnica
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